“Cuán inadecuado es llamar Tierra a este planeta, cuando es evidente que debería llamarse Océano”

Frase atribuida a Arthur C. Clarke.

jueves, 17 de octubre de 2013

¿Pocos peces o muchos pescadores? Pesca y teoría de juegos.

¿ Cómo gestionar un recurso que es de todos, pero que si todos lo extrajésemos de forma individual acabaríamos con él?


La problemática actual de las pesquerías mundiales viene sin duda dada por una deficiente gestión y uso de estas. Pero la dificultad de realizar esta gestión de manera correcta tiene su raíz en la propia naturaleza del recurso, en sus propiedades intrínsecas.

Los peces son un recurso renovable pero agotable, es decir, que si sacamos más de lo que se repone el recuso se agotará, y también es un bien consumible, el pez pescado no podrá ser cogido por otro.  Por otro lado los recursos pesqueros son un recurso público, así lo sancionan tanto las leyes internacionales del mar, Convención de las Naciones Unidas sobre la ley del mar 1973, o las diferentes constituciones de los países. Estas dos cualidades las poseen los llamados Recursos Públicos de Uso Público o Common Pool Resources  y van a generar la pregunta del millón de euros. ¿ Cómo gestionar un recurso que es de todos, pero que si todos lo extrajésemos de forma individual acabaríamos con él?



Tipos de bienes


Se suelen distinguir cuatro tipo de bienes o recursos diferenciados por su capacidad de substracción y por la dificultad existente en excluir a las personas de su uso:



Por un lado tenemos los bienes públicos,  pudiendo ser definidos como "Un bien que está disponible para todos y del cual el uso por una persona no impide del uso por otros". Por ejemplo la policía o la sanidad. Por otro lado tenemos los bienes privados, bien conocidos, "son de uso exclusivo y el uso de este impide o reduce la disponibilidad de uso para otros". Un coche, un martillo podrían ser ejemplos de bienes privados. En caso de uno querer ir a Sevilla y otro a Bilbao el mismo día a la misma hora no podría utilizar el mismo coche. La única posibilidad sería hacer funcionar el Delorian de "Regreso al futuro".

Pero sigamos con aquellos bienes que por sus características se sitúan entre estos dos polos. Los "bienes de peaje" son aquellos de uso exclusivo, semi-privados, ya que estan abiertos al uso de un grupo reducido de personas pero que no son consumibles, no existe competencia para su consumo. Podríamos considerar una autopista o un gimnasio.

Por último tenemos los Recursos Comunes de uso Público, Common Pool Resources en inglés, que como decíamos son bienes públicos, consumibles que generan una competencia en su extracción y que una vez extraídos pasan a ser bienes privados. Estos son peces, petróleo, agua, bosques...


La Tragedia de los Comunes en la pesca.

 

Mucha ha sido la literatura escrita sobre este tema, uno de los artículos más celebres fue la "Tragedia de los comunes" de Hardin (1968). En él, Hardim expone el dilema racional existente entre un número X de pastores que llevan a comer a sus vacas a un prado. Cada pastor, observa, que él podría aumentar el número de vacas que se alimentan en el prado ya que las suyas no pastan toda la hierba, con lo cual decide comprar más vacas y ponerlas a pastar. El problema es que si cada pastor llega a la misma conclusión, el número de vacas comenzará a aumentar hasta llegar a un punto de colapso, en que la capacidad de carga, de regeneración del prado, sea inferior a la cantidad de hierba que se comen las vacas.

Nos encontramos por tanto ante un dilema entre la libertad y responsabilidad, en el que por falta de comunicación entre los individuos, una decisión racional que busca el beneficio individual puede conllevar consecuencias negativas tanto para él mismo como para el grupo.

Una de las teorías que explica estos comportamientos es la Teoría de Juegos de Nash, bien explicada en las series policiacas con el constante "dilema del prisionero". Pero sinceramente, esta explicación me parece mucho más gráfica. Chicas, no ofenderse, podéis invertir la historia. Por otro lado destacar que siempre sois fuente de inspiración.



Pues sí, Adam Smith se equivocaba o por lo menos no sabía mucho de pesca, aunque como buen escoces debería. En su defensa diremos que no se empezó a hablar de los límites del recurso pesquero hasta finales del s. XIX.

Forzando la frase "hay más peces en el mar" nos llevaremos la toma de decisiones al ámbito pesquero, pudiendo ser sintetizado en el diagrama siguiente: Dadas unas normas o cuotas (kg de pesca) impuestos, si el pescador A coge su parte, se beneficiará él mismo y al resto, pescador B, ya que quedará recurso que explotar para los demás. Por otro lado, si se comporta de manera egoista, obtendrá un mayor beneficio, pero perjudicará al pescador B. El mismo resultado ocurrirá con el pescador B. En caso de que ninguno cumpla las reglas ambos se verán seriamente perjudicados. La mejor opción para ambos es cooperar y respetar la normativa acordada.


El quiz de la cuestión está en que, probablemente, ninguno cooperará de saber que el otro no lo hace. Entraríamos aquí en el espinoso tema del furtivismo.
Podemos concluir pues que la comunicación, la transparencia y cooperación mútua, algo de lo que no andamos sobrados hoy en día, son la base para una buena gestión. Son múltiples las reflexiones que podemos extraer de esta teoría, y sin robarle su importancia, estas van más allá que un "casquete".

No hay comentarios:

Publicar un comentario